sábado, 2 de enero de 2010


Se termino el año, aunque para mí el año siempre termina el 31 de enero, no se porque tengo este destiempo, pero es así… igual la intención de este texto es tratar de plasmar una esperanza, un deseo y ojala no una utopía, ya que espero que año 2010 venga sin (o con menos) desigualdad; y creo firmemente que ahí esta el punto clave entre una sociedad sana e “insana”.
Hoy en día donde los medios de comunicación bombardean con la inseguridad, creo que seria un poco mejor reflexionar mas sobre la desigualdad, y la manera de erradicar, ya que es una realidad que golpea mas en la sociedad, y sino que alguien me diga cuantos asaltos ve desde que sale de su casa hasta que vuelve, y cuantas situaciones de desigualdad ve por cada cuadra que camina.
La desigualdad de retiro, una desigualdad que duele, una desigualdad infame. Retiro con su Torre de los Ingles, con sheraton, con su villa 31, con montones de chicos durmiendo en la calle, y salís de ahí y vallas para donde vallas, antes de ver un asalto seguro vez a una persona que no tiene otro medio de subsistencia que cartonear y antes venís en el tren y no ya no podes dar mas monedas a los cientos de necesitados que pasan.
Y ni hablar de la desigualdad del interior, de esos pueblos olvidados, ultrajados, silenciados. Donde “la convención de los derechos del niño”, suena mas a un cuento fantástico que a una parte de nuestra Constitución Nacional.
Creo que la primera meta del bicentenario; que tanto hablan el gobierno y la oposición, debe ser un programa serio para terminar con la desigualdad, causa y efecto de miles de padecimientos que sufren todos los miembros de una sociedad.
Así que por un dos mil diez sin desigualdades! O como dice Bayer antes que seguridad y bienestar, Dignidad y Ética.
Por un Bicentenario en el cual se pueda cumplir con el lema que inspiro la revolución de 1810 que era; “Libertada, Igualdad y Fraternidad”.