sábado, 30 de abril de 2011

Que descanses en PAZ!


No me siento bien para escribir en este momento y ya anoche estuve escribiendo o mejor dicho tratando de escribir algo… solo quiero expresar la profunda pena que me da que haya fallecido Ernesto Sábato.

Sábato, con Borges, Benedetti y Galeano, fueron los escritores que me hicieron entrar en el fabuloso mundo de la lectura.

No me siento bien para escribir en este momento, así que mejor cedo la palabra…

En Abaddón el Exterminado se lee:

“Ernesto Sábato quiso ser enterrado en esta tierra, con una sola palabra sobre su lápida: PAZ”.

lunes, 25 de abril de 2011

Mi abuelo


Eusebio Zamácola 'El vasco' es un personaje de leyenda en la provincia de Chaco, en Argentina. Un bandolero que se enfrentó a la policía, fue muy querido por la gente y con una vida llena de altibajos. Durante los últimos años, el historiador argentino Fabio Echarri ha investigado la vida de 'El vasco' –ha participado en la beca Miguel de Unamuno–, lo que lo ha traído hasta Basauri. Eusebio Zamácola nació y vivió en Basauri hasta los 19 años, para después emigrar a Argentina en busca de una nueva vida. Allí se convirtió en un bandolero de leyenda que mantuvo en jaque a la policía, lideró una infinidad de atracos y fue admirado por su pueblo. Esta es la historia de Eusebio Zamácola, 'El Vasco' de Basauri en el Chaco Argentino.

Eusebio Zamácola Abrisqueta nació en San Miguel de Basauri (Bizkaia), el 5 de marzo de 1905. Realizó estudios primarios y secundarios, e hizo el servicio militar en la Legión Extranjera Española. Llegó a Argentina a principios de 1924, y cuatro años más tarde a la provincia de Chaco. Este era entonces un lugar atractivo para trabajar con gran cantidad de industrias y movimiento comercial.

Se lo acusaba de todo delito cometido en el territorio, desde un simple robo hasta una acción planificada con inteligencia. Algunos lo sindicaban como la mano derecha de otro conocido bandolero llamado Segundo David Peralta, alias 'Mate Cocido'. Junto con Antonio Rossi 'El Calabrés', el 'Catalán Noy' y el 'Indio Herrera', asolaron los caminos del Chaco durante la década de 1930, sembrando el miedo en las grandes empresas que manejaban el movimiento comercial en esta parte de Argentina, que explotaban a los trabajadores y manipulaban el precio de los productos primarios obtenidos con el sudor del trabajo diario.

Asaltos a trenes y pagadores, emboscadas en las picadas del monte y robo en las propias oficinas. Siempre armados, en coche y a caballo, se ocultaban en la espesa selva chaqueña. Contaban con apoyo popular por la generosidad y el buen trato dispensado a la gente común, que veía a estos bandidos rurales con simpatía porque dejaban en ridículo a una policía ineficaz y corrupta.

El día 13 de marzo de 1938 fue detenido en la Provincia de Córdoba cuando ya pensaba en su retiro; y cinco días después encerrado en la cárcel de la ciudad de Resistencia. La prensa chaqueña titulaba a pie de página: "Fue detenido el tristemente célebre pistolero Zamácola, autor de numerosos asaltos en los caminos del Chaco". Fue condenado a 8 años de prisión y quedó en libertad el 10 de marzo de 1946. Según apunta Ramón de las Mercedes Ticera, historiador argentino, "Eusebio merecía otro destino. Era un hombre joven bastante instruido, pero se derivó al delito guiado por una conciencia de rebeldía. En su mente bullía el idealismo revolucionario de aquellos años".

Eusebio Zamácola contrajo matrimonio con Sara Scharaff Acuña, con quien tuvo dos hijos, y tras cumplir la condena, se casó por segunda vez con Aurelia Fleytas con la que tuvo ocho hijos. Vivió en las localidades de Napenay y Quitilipi por más de veinte años. Trabajó en aserraderos locales en calidad de administrador, y gozó de gran respeto entre los habitantes de la región. Ya finalizando la década de 1960 fue a vivir a San Martín, provincia de Buenos Aires, donde siguió trabajando hasta que vio menguar su salud hasta fallecer en 1983.

El resto de la familia Zamácola Abrisqueta se fue de Basauri y vivió en Galicia. Dos hermanos de Eusebio se enrolaron en la falange, uno de ellos, Fernando Zamácola, de la derecha radical, murió durante la Guerra Civil y fue conocido como 'El león de Rota'. El otro hermano, Alejandro Zamácola, también fue falangista después de haber militado en el partido comunista y murió hace dos años cerca de Cádiz.

Según apunta el historiador Fabio Echarri, "él siempre guardó silencio sobre una parte de su vida. Como si no hubiera querido dar testimonio de lo que hizo o justificarse ante nadie, y dejaba que cada quién pensara lo que quisiera. Para él, lo que hizo, hecho estaba". Para todos siguió siendo 'El vasco'. Para el Chaco, ya está convertido en leyenda. Ahora, para Basauri, también es leyenda.