
Sé que me acusan de soberbia, y tal vez de misantropía, y tal vez de locura. Tales acusaciones (que yo castigaré a su debido tiempo) son irrisorias. Es verdad que no salgo de mi casa, pero también es verdad que sus puertas (cuyo número es infinito) [1] están abiertas día y noche a los hombres y también a los animales. Que entre el que quiera. No hallará pompas mujeriles aquí ni el bizarro aparato de los palacios, pero sí la quietud y la soledad.
(Este es el inicio de uno de mis cuentos preferidos del "Aleph" y se llama "La casa de Asterión". Es algo raro lo que me pasa cuando lo leo, creo que es es un texto que arranca con muchisima fuerza... y bueno ademas tiene el toque de Borges, de su genialidad extraordinaria y su talento desbordante. En fin, si hacen click en el titulo van a poder leer el resto del brillante cuento)
La imagen es de Giovanni Battista Piranesi, el grabado hasta donde tengo entendido se llama "drawbridge"... lindo no?