sábado, 11 de abril de 2009

Empenzar


Una vez un profesor me dijo “que uno escribe las cosas que sabe que va a olvidar”. Yo no se que tan desafortunada sea esta frase, tampoco es mi intención juzgarla, lo que si se es que existen muchas otras. Castillo propone que la literatura “nace quizás de una fuerte tendencia a la incomunicación”, y agrega que “el único lugar donde un hombre que escribe se comunica es en sus libros”. Saer afirma que “escribir es sondear y reunir briznas o astillas de experiencia y de memoria para armar una imagen”. Podría seguir citando frases de escritores, pero tampoco esa es mi intención.
Cree este blog, a la sombra del bosque, principalmente para escribir (espero lograrlo). Pero también para publicar artículos referido con la literatura, la filosofía, la música, el cine, la política, y cosas de la vida cotidiana.
Ahora bien, la intención de este texto es ser una especie de presentación del blog, y como me sucede a veces encuentro que otros expresan mejor lo que quiero decir, así que le cedo la palabra a Borges que nos dice; “de las diversas felicidades que nos puede regalar la literatura, la más alta es la posibilidad de crear. Ya que no todos somos capaces de esa felicidad, muchos habremos de contentarnos con simulacros. Entre estos imperfectos escritores, que forman legión, están los que esforzada e infructuosamente intenta explicar ciertas ciencias inexplicables, oscuras y misteriosas. Esto sería injustificable si no fuera porque ningún ser humano deja de ser escritor en potencia o en acto, aun cuando ignore las declinaciones, las etimología, la gramática, la lexicología, la filología y la laboriosa mutación de las letras en palabras, de estas en frases y de estas ultimas en algo indefinible y probablemente efímero pero con existencia propia”.

2 comentarios:

  1. "ningún ser humano deja de ser escritor en potencia"
    Avanti Pipi, que sirva como impulso para empezar a crear!
    Besos,
    d.

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  2. ¿Para qué escribe uno, si no es para juntar sus pedazos?. Desde que entramos en la escuela o en la iglesia, la educación nos descuartiza: nos enseña a divorciar el alma del cuerpo y la razón del corazón. Sabios doctores de Ética y Moral han de ser los pescadores de la costa colombiana, que inventaron la palabra sentipensante para definir al lenguaje que dice la verdad.

    Eduardo Galeano, El libro de los abrazos.

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